Cuando comprendamos, tomando conciencia al 100%, que somos hijos de Dios, porqué procedemos de él, somos una parte de él. Y que él es una energia increible y todo poderosa de puro amor misericordioso e infinito hacia nosotros, que solo debemos tener la certeza de que debemos tener confianza plena en él. Entonces: – El miedo desaparecerá automáticamente, porqué justamente esa es la gracia de Dios, a la que se referia siempre Jesucristo. Saber desde la fe o la certeza, da igual, saber que esta ahí, aunque no lo veas o percibas, para que jamás el miedo sea tu dueño, y solo seas feliz desde la paz y el amor absoluto que debes sentir a todo lo que te rodea, ya que todo es obra suya… incluso tú, su hijo.
Jesucristo, su hijo más iluminado, comprendia todo lo que representa ser hijo de Dios y dominava todo sus dones. Esa es la diferencia de nosotros con él. Que la gran mayoría tenemos que aprender y evolucionar mucho espiritualmente para asemejarnos a Jesucristo. Pero el vino a la tierra para ayudarnos a ser como él y que comprendiéramos que somos todos hijos de Dios y que no debemos temer a conocerle ni a conocernos a nosotros mismos, que es la forma real y más fácil de llegar a Dios. Ya que somos parte de él, y al comprendernos a nosotros mismos, comprenderemos a Dios.
Jesucristo, a los fariseos que le acusaban de ser el diablo, por el hecho de hacer el bien de una forma que no comprendían y a la vez envidiaban. Jesucristo, tan solo les dijo con esas palabras, que les dedico a ellos, que no comprendían a Dios, que no comprendían lo que les rodeaba y lo que sucedía en ese momento ante ellos, y que no se comprendían ni mucho menos a sí mismos. Y al no querer comprender y no querer aceptar la mayor de la evidencias, sabiendo desde lo más profundo de sus corazones que esa es: la Obra de la Gracia de Dios a traves del Espíritu Santo lo que estan presenciando allí ante sus ojos. Y que hablaban así por puros y burdos intereses terrenales y sentimientos procedentes de sus corazones llenos de maldad en su interior y que claramente no habían sabido o querido desalojar de su interior.
Entonces, Jesucristo les dice: que ese es el mayor de los pecados: el negar la existencia de Dios. Y de su Gracia y Obra que sucede a través del Espíritu Santo, creador de todo lo que les rodea y creador de ellos mismos, sus hijos. Y entonces, tendrán que vivir y morir con el miedo y la mala conciencia producida por todos los malos sentimientos y malas obras que se puedan derivan de seguir sosteniendo una mentira de tal envergadura en su interior por el hecho de perseguir unos fines egoístas y totalmente terrenales que tan solo harán acrecentar el mal en su interior, el mal que provoca esa negación a lo más sagrado por el hecho de mantener dentro de su corazón y de su alma, una mentira tan absoluta, la más grave de las mentiras que puede albergar un hombre, siempre y cuando, este hombre sabe plenamente que es mentira la negación de la Obra del Espíritu Santo de Dios.
Esa es la condena. La peor de las condenas que un hombre tiene que albergar en su interior. Ya que en su interior, mientras mantenga esa mentira, solo se albergará el mal. Mal producido por esa consciente mentira.
Es como yo lo entiendo. Y espero que os pueda ayudar a volver a la paz interior, siendo conscientes de esta explicación en vuestras conciencias.
Espero haver ayudado de todo corazón.